Antes de ponernos manos a la obra tienes que pensar muy bien si quieres alicatar sobre los azulejos antiguos o retirarlos y alicatar desde cero. Teniendo en cuenta el tiempo del alicatado anterior sería recomendable retirarlos por el posible desprendimiento por el peso del antiguo más el nuevo. Después se tendrá que perfeccionar la superficie antes de colocar los nuevos azulejos.

Procederemos a planificar el espacio y las medidas que hacen falta para saber cuanto material sería necesario para cubrir toda la superficie y qué medidas serían del gusto del cliente, más los recortes de piezas que se tendrán que hacer por los enchufes, puerta, ventanas, grifos, etc.

Ya una vez todo listo y analizado, se procede a la colocación de las baldosas, recortando y perforando las baldosas que se encuentren en lugares donde sea necesario hacerlo. Las baldosas se colocan con el mortero adhesivo, utilizaremos niveladores para que la superficie quede lo más perfecta posible sin que una baldosa quede por encima de otra.

Una vez que ya está todo colocado iremos rellenando las juntas (lechada), esos huecos vacíos entre una baldosa y otra. A medida que se va extendiendo el relleno de juntas lo iremos haciendo de forma diagonal con la ayuda de una llana de goma y vamos retirando el sobrante. Limpiamos un poco el suelo antes de que se endurezca con la ayuda de una esponja húmeda.

Por último, para limpiar el sobrante del suelo,lo ideal sería al día siguiente sin el temor de que el relleno se vaya de las juntas, con el suelo totalmente seco no hay peligro de ello.

Para cualquier duda ponte en contacto con nosotros y te la resolvemos.